miércoles, 13 de junio de 2012

espejs

Me arreglaba antes de salir de casa rumbo a otra de mis entrevistas, cuando de repente he sentido los miedos frente al espejo, los reflejos recibidos siempre quieren golpearme, me empujan, me retraen. Y he visto a la niña, la adolescente y la adulta en una expresión de terrible incomodidad con su cuerpo. ¿Por qué me causarán tanta desdicha las obligaciones de deber expresivo?, ¿Por qué me producen tanto miedo las palabras a sabiendas que he de usarlas?. Me siento, rara, extraña, carne...

Y una vez más vuelvo a sentir la imperiosa necesidad de gritar que soy persona tras esta perjudicada apariencia!, gritar tan fuerte que tiemblen los cimientos de mi inseguridad y entonces quiera correr de la mano de una osadia que no sea solo imaginada, sino también perpetuada.

Sabiendo que no lo haré, aguntaré, mientras intento reubicar hacia dentro una marea de lágrimas abrasivas y me sentiré, idiota, culpable y muy vulnerable.

y así, terminaré de arreglarme y saldré a la calle con unos cuantos kilos más sobre mis hombros y sin energia de acción.. que me lleve el viento..

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