martes, 22 de mayo de 2012

Juventudes

Atribuimos los sueños a los jóvenes y los recuerdos a los ancianos, al menos, en esta cultura. Y a la vez creemos que uno puede ser anciano siendo joven sólo por preferir recordar, o simplemente observar. Se nos exige ser soñadores, vitales, optimistas, un joven no debiera ser de otra manera y (of course) viceversa (o al menos esa es la hipnopedia que respiramos.)
Hoy, no me hace daño, no me hace daño pensar que mi juventud se mide en instantes de conversaciones, miradas, autoconciencia y silencios. Cuántas veces me hicieron creer que no formo parte de ese compacto homogéneo de cachorritos jovenes que juguetean, sólo por no ladrar, morder, o perseguir al gato...
Homogéneo... quiero diseccionar esta palabra, o mejor, quiero que la diseccioneis vosotros.
La juventud es el espíritu, no la forma de hacer parecer (ante) (para) y otro cúmulo de pre-posiciones.

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