lunes, 30 de abril de 2012

Tutorial. ¿Cómo puedes enseñar a volar a un pez?.

Sentía aquel pez, asperezas en forma de escamas, mientras el torbellino de mar lo arrastraba, dando vueltas apuntando al centro de la diana, el espacio se estrechaba en forma de cono dimensionado y llegaba al fondo del mar, a camuflarse en la oscuridad de esa arena, lejos de los depredadores tiburones y delfines (curioso nombre el de estos últimos, teniendo en cuenta que la dulzura también contiene el poder de crear fines y finales).
Quería aquel pez, sentir la suavidad de las plumas, soltar alguna al viento, desposeerse de su materia y cambiar añil, por azul celeste. Ser útil, guiar las gotas de lluvia.
Cogió impulso, atravesó todo el mar, sin mirar atrás, creó su fuerza desde un lugar más allá de la mente y saltó, saltó por encima de la delgada línea que pone los límites (mas allá, dónde uno considera que está la belleza), y rompió en dos partes el viento, como hace el pájaro la primera vez que salta de su nido, y el chapoteo fue su trino, canturreante hacía el horizonte.

¿Cómo se enseña a volar a un pez?... perdiendo el miedo a perder, creando sus alas con sal, soñando sin abandonar el mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario